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lunes, 2 de mayo de 2011
Bar Matías: El sabor de lo casero
Por El Erudito del Sangui
Un televisor apostado sobre un cajón vacío de Coca transmite en vivo y en directo los octavos de final de la copa Libertadores. En frente, a unos dos metros de distancia, uno de los propietarios del local sigue atentamente las circunstancias del juego. En la cancha no hay equipos argentinos, pero cada cliente que ingresa al local se detiene sistemáticamente a observar algunos pasajes del partido. "Acá son muy futboleros, cualquier partido es excusa para que la gente se siente, coma un sánguche y mire fútbol", describió un allegado a los críticos del sánguche que conoce la zona casi a la perfección.
Afuera, en tanto, tres conocidos comensales de la casa discuten, entre tragos de cerveza, sobre la capacidad goleadora de Messi. No hay dudas, en Matías se respira fútbol, del que sea, y ocasionalmente del que la cadena Fox Sports transmita. "Casi siempre vengo, me como un sangui y veo algún partidito de la libertadores. Es una de mis salidas preferidas", explicó Humberto entre risas. Sin embargo, en un rincón de la vereda, un solitario parroquiano es la excepción a la regla. Ajeno a cualquier cuestión futbolística dedica su atención a disfrutar un sabroso lomito.
El ambiente barrial invita a sentarse y la disponibilidad de lugar es la encargada de asegurar que así sea. La disposición del local es simple, y según la óptica individual varía desde lo acogedor hasta lo incómodo. Un salón de pequeñas dimensiones alberga apenas un par de mesas, y la ausencia de un patrocinador exclusivo impide la saturación de carteles publicitarios, permitiendo a su vez una heterogénea oferta de bebidas. Todas, características inherentes a las sanguchería de tipo barrial. "Vengo muy seguido a comer aquí", señaló a la pasada un chofer de la línea 18, cuyo galpón linda con Matías.
El proceso de elaboración del producto recorre una singular cadena familiar hasta ser depositado en la mesa. Uno de los encargados hace las veces de mozo, luego informa a otro pariente las características del pedido, y por último el mensaje es transmitido a una señora que se encuentra en la cocina a la espera de las órdenes. Después de todo este recorrido, recién es puesto en la mesa para ser degustado. "A mi me gustan las sangucherías barriales. Son artesanales y siempre vienen con alguna característica singular que las distinguen de las industriales", explicó el crítico experto en milanesas.
En Bar Matías confluyen todas las cualidades y defectos de este tipo de sangucherías. Estructuras que dejan bastante que desear pero productos únicos con particularidades propias. Por eso, el punto bajo viene de la mano del mobiliario y las comodidades. Sin embargo, quienes profesan el culto sanguchero entienden estas limitaciones. "Es cierto que no hay muchas comodidades, pero lo que importa es el producto", remató contundente El Erudito del Sangui. A todo esto se suma la diversidad en la oferta de bebidas, rasgo distintivos de estos locales. Los beneficios de no estar ligada exclusivamente a ninguna marca internacional permiten que podamos disfrutar de cervezas Norte, Quilmes y Budweiser y de gaseosas de la línea Pepsi y Coca.
En cuanto a la oferta gastronómica podemos decir con orgullo que Matías es únicamente sanguchería, y de tinte tradicional, puesto que las opciones se reducen a lo más común, es decir milanesa, lomito y hamburguesa. "Los productos son caseros y lo que más me gusta es que el queso no es de máquina", sentenció un conocedor de éste ritual tucumano. "No habrán tantas comodidades pero celebro que existan lugares artesanales como éste", agregó rápidamente el sabio. Es que si bien es cierto que el salón es chico, que el techo brilla por su ausencia y que la vereda de cemento alisado presenta desniveles, el producto no sigue los mandamientos de la empresa moderna. Y en cambio, está alistada bajo la práctica casera y barrial. Algo cada vez menos frecuente por estas tierras.
Sánguche de lomito
Puntuación: 6
Tipico sanguche barrial, ni más ni menos. Como tal imposible que estemos hablando de un mal producto, sin embargo esperaba más. Quizás lo que mejoraria la calidad sería una carne mas sabrosa y tierna, aunque no es nada mala. El resto de los elementos acompañana correctamente y se destaca el muy buen pan. Ideal para quienes tengan unas horitas entre clase y clase en la quinta agronómica. Por San
Hamburguesa
Puntuación: 7
Hamburguesa 100% casera gracias al olvido de las corporaciones para con los negocios de la periferia. Bar Matias es mas bien una sangucheria montada en una casita de barrio más que otra cosa.
De la hamburguesa, lo que es netamente la carne, sólo tengo elogios, de cantidad abundantante, un excelente tamaño, sasonada a la perfeccion y la coccion justa. Lamentablemente , los aderezos no eran los mejores, el picante, auqnue original no era el indicado para un sánguche, y el pan (que a pesar de ser perfecta combinación) no era el clásico pan de hamburguesa sino un pan sanguchero. Quizas el pan habria bajado o subido la puntuacion del manjar, pero por lo pronto, hasta una nueva visita, recomiendo pedir hamburguesa y en pan sanguchero. Por Amante de la Comida 53
Sánguche de milanesa
Puntuación: 7
Lo que más rescato de este tradicional apretado es el sabor de la milanesa. Si bien era algo delgada, sobresalía el gustito mas bien casero. Las verduras complementaban muy bien y los aderezos no tanto. El muy buen pan ayudó a que el puntaje se eleve hasta 7. Unos aderezos mas ricos habrian hecho aumentar un puntito quizás. De todas maneras, este sánguche se lleva el pulgar arriba. Como dice mi compañero San Guchazo, ideal para los estudiantes de la quinta. Por El Erudito del Sangui
2 comentarios:
Esos sanguches si que stang buenisimos, jajajajaa
deberias probar entonces las milas de la chiki los dueños no usan friteras son milas artesanales, son un manjar , aparte muy buena calidad de todo en especial que no le meskinan en nada y los mexicanos ???? ni hablar son lo mass
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