Nitrobar: Un lugar obligado en Villa Luján (se mudó)

Por El Erudito del Sangui

*Nitrobar se mudó a av. Ejército del Norte 260

La siguiente es la crónica de la anterior ubicación:
La noche está tranquila. En frente, la enorme plaza devuelve una imagen casi desoladora. Apenas un puñado de peatones rompen con la quietud del lugar. Es de noche y el frío se siente con mayor intensidad. Adentro, desde el calor de la cocina, dos sangucheros observan atentamente en dirección hacia la plaza. Quizás, esperan que lleguen los primeros clientes de la noche. “A partir de las nueve y media empiezan a caer los comensales. Muchos son vecinos que vuelven de laburar, y antes de ir a sus casas pasan por acá”, señala Daniel, vecino y conocedor del movimiento de Villa Luján.

Minutos después, un auto estaciona a escasos metros de Nitro. Un hombre de buen vestir desciende y se dirige a la sanguchería. En el vehículo espera una mujer, y las luces intermitentes de la baliza advierten que el hombre no ha de demorar. “Meta, meta. En 15 minutos los busco”, se alcanza a oír mientras deja el local y se dirige hacia su auto. “Esto es muy común”, explica Amante de la Comida 53, al tiempo que un cadete enciende una ruidosa motocicleta con la que entregará un par de pedidos por la vecindad. No hay que analizar mucho para darse cuenta que Nitro se trata de una sanguchería de barrio, pero que gracias a sus buenos productos es frecuentada por comensales de distintas barriadas.

La pequeña estructura edilicia obliga a sentarse en una de las tantas mesas que hay en la vereda, o bien, en alguna de las que están apostadas sobre una reducida porción de la extensa calle. El escaso movimiento vehicular y el espíritu feriante del lugar vuelven normal esa escena. “Por acá no transitan muchos autos, además la calle es muy ancha”, explica un residente de este tradicional barrio capitalino. “Eso sí, los viernes, cuando hay feria, esto es una multitud”, agrega a modo de advertencia. Razones no le faltan, y evidencias tampoco. Las veredas de la plaza ya no lucen el verde césped de otras épocas, el incesante movimiento de los feriantes ha acabado con él. Apenas unos diminutos plantines son la evidencia de que allí hubo pasto.


“Yo noto que los principales clientes son quienes vivimos cerca. Lo que no quita que de vez en cuando vengan personas de otros lugares”, explica insistentemente Daniel. Y, si tenemos en cuenta la escasa disponibilidad de lugar adentro, es evidente que Nitro apunta, principalmente, a los lujanenses. Quizás esto explique la gran cantidad de motos destinadas al reparto a domicilio. “Cuando llueve, la cosa se complica. Pero cuando la noche es linda, es un placer sentarse en la vereda a comer”, lanza el especialista en lomitos. Es cierto, la pequeña barra que está junto al ventanal es demasiado chica como para albergar a un buen número de comensales, y la ausencia de una galería complica aún más el panorama en caso de lluvia.

Entrando de lleno en lo estrictamente culinario, es justo destacar la buena calidad de todos sus productos, desde la milanga hasta el lomito. “Acá la mayoría de los sánguches están muy buenos”, afirma el paladar de un habitué del lugar. “Es verdad”, asiente el crítico suplente, que tentado por los lomitos de cerdo quiso asistir a la degustación. La oferta es buena, además de los tres sánguches más solicitados, es posible comer milanesa de pollo, lomito de cerdo y papas caseras. “A mi me gusta que haya cebollita cocida y criolla para agregarle al sánguche”, aclara el versado en lomitos cada vez que tiene oportunidad. “No todas tienen (cebolla)”, se justifica ante las miradas de sus compañeros.

En relación con la bebida, la línea elegida para saciar la sed de los fanáticos de los sánguches es Coca Cola, y el gran defecto es que el envase más grande es de un litro. “Yo sé que es negocio para los dueños del local, pero todos tendrían que tener por lo menos de un litro y medio”, protestó una vez más el encargado de catar milangas. Es que para quienes practican este ritual es por demás complicado pasar el sangui con apenas unos vasos de alguna bebida refrescante, lo que obliga a encargar más de una botella y, consecuentemente, a gastar más plata.

Más allá de esto, Nitro satisface sobremanera las expectativas de quienes se acercan a comer. Su repetitiva clientela y el incansable ir y venir de las motitos del delivery lo dejan claro. Para los demás, aquellos que todavía no se han dado una vuelta, le sugerimos que lo hagan. Creemos, no se van a arrepentir.

Sánguche de lomito
Puntuación: 7,5

Para ser sinceros, cuando me dijeron que iriamos a Nitro mis expectactivas no eran las mejores; aun cuando "Amante de la comida 53" me decia en el camino que estaba bastante bueno. Al final el tenia razon y yo estaba equivocado. El sanguche que comí era muy bueno y por lo que dijeron mis compañeros los demás también. Aderezos de primera, verdura y pan ricos y la carne tierna y abundante, que mas pedir. Por Sanguchazo

Hamburguesa
Puntuación: 6

Si bien la hamburguesa es de producción masiva no pertenece a ninguna de las ya acostumbradas corporaciones. Buen sabor, mejor tamaño, pan perfecto y aderezos excelentes. Los agregados normales, no se destacan. Por Amante de la Comida 53

Sánguche de milanesa
Puntuación: 8

Estamos frente a un gran sánguche. El rico sabor de la milanesa en combinación con un pan de alta calidad conforman un sabor más que agradable. Los aderezos y las verduras complementan muy bien. El tamaño de la milanga es bueno y se destaca por una buena condimentación. En caso de que sea opte por los agregados, se podrá degustar un apretado realmente bueno y llenador. A quienes les guste este plato, se los recomiendo. Por El Erudito del Sangui

Lomito de Cerdo
Puntuación: 8

En breve la crítica...