martes, 26 de abril de 2011
La 24: Sánguches industriales a un paso del centro (cerró)
Por El Erudito del Sangui
Además de miles de vehículos, por la esquina de Suipacha y Mate de Luna desfilan cientos de improvisados futbolistas que despuntan el vicio, de lunes a lunes, en las canchas del Complejo Avellaneda. Con rostros cansados y la indumentaria todavía húmeda por la transpiración, diez entusiastas del deporte más lindo del mundo se acomodaron en dos mesas de la vereda. "Es un ritual. Salimos de jugar y nos venimos a clavar unos sánguches", describió Matías, figura del picado según él se encargó de explicar. "Ganamos y metí 4 goles", agregó a modo de justificativo.
A un costado, un solitario veterano bebía de a grandes sorbos una cerveza de envase verde. Adentro, en cambio, el panorama era desértico. Una cajera y un mesero mataban el tiempo mediante una festiva charla representada por las simpáticas carcajadas de ambos. Sucede que para el movimiento sanguchero, la noche estaba en pañales. "A partir de las 10 empieza a llegar la gente a comer. Antes de ese horario la circulación de comensales es baja", señaló un experto en ésta actividad gastronómica. Y como las agujas del reloj marcaban las 9:38, el escaso movimiento no era para extrañarse.
El cielo estrellado y la agradable temperatura invitaban a elegir una mesa de la vereda que, por cierto, carecía de techo. Luego del habitual pedido de los sánguches llegó el sorprendente anuncio del mesero. "No hay hamburguesas", expresó con una mezcla de timidez y vergüenza. "Nos quedamos sin nada", agregó amablemente y con gesto de resignación. Ante esta carencia, el experto en este tipo de sánguche tuvo que recurrir a una milanesa, especialidad que conoce al detalle. "No puede ser que no tengan si recién empieza la noche", protestó. "Si fueran las 3 de la mañana los podría llegar a entender", agregó un tanto ofuscado.
El pedido tardó unos minutitos más de lo que se esperaba puesto que los escasos clientes y la buena cantidad de personal no justificaban demora alguna. Apenas fueron depositados en la mesa, comenzaron a salir los primeros comentarios acerca de los apretados. "Tienen la pinta del típico sánguche industrial", tiró un especialista. "El pan y la milanesa son muy similares a otras sangucherías", disparó velozmente otro versado en la materia. Sucede que La 24 puede ubicarse entre los locales de tipo industrial, es decir, sangucherías con materia prima provista por mayoristas que la reparten, además, en decenas de locales del rubro. Por lo tanto, no es para asombrarse si se encuentra el mismo gusto en locales de distintos dueños.
Si se clasificaran según la metodología universitaria, los productos aprobarían pero sin alcanzar la promoción, pero si en cambio utilizáramos el mismo sistema del secundario, los sánguches irían a Diciembre. Analizando por partes, el pan aprueba, los aderezos también y la carne requiere de un recuperatorio. En lineas generales, el veredicto es el siguiente: apenas un buen sánguche. En cambio, la oferta culinaria entrega resultados más satisfactorios. Además de los tradicionales apretados (milanesa, lomito y hamburguesa) y del lomito y milanesa de pollo está la posibilidad de pedir sanguis de ternera. Fuera de eso, se ofrecen pizzas y empanadas. La bebida por su parte responde a la línea Pepsi y la botella más grande es de 1,25 litros.
Respecto a la estructura edilicia, La 24 posee dimensiones amplias, buen mobiliario y en buena cantidad. Dos ventiladores de gran porte y un gran split ayudan a resguardar a los clientes de las altas temperaturas. Una extensa barra se muestra especial para quienes acuden solos y gustan de comer y observar la técnica de los maestros sangucheros. "A mi me gusta sentarme en la barra y ver el movimiento de la cocina", señaló Orlando, un reincidente consumidor de terneras. "Es el sangui más rico", argumentó este habitual cliente que, junto a varios comensales más, concurren a La 24 por su excelente ubicación.
Sánguche de lomito
Puntuación: 5,5
Es dificil describir este sánguche de medio pelo. Lo que se puede remarcar es el buen sabor que por momentos tenia la carne, solo por momentos. La verdura muy seca y el pan totalemente comprado de a toneladas demuestran el estilo industrial del sánguche; si bien en general no es malisimo, solo llega a ser un sacador de apuros medio rico. El punto mas alto el ají. Por San Guchazo
Sánguche de milanesa de pollo
Puntuación: 5
La primera impresión que nos deja el sánguche es la de uno hecho en la terminal de Retiro, esos que están envueltos en papel film y te los calientan en un horno. La milanesa cuadrada no sobresale en ningún punto del pan por lo que pienso que es de pollo procesado y no de una pechuga totalmente. Las verduras, aderezos y el ají hacen que el sabor sea bueno en general. El pan normal, tal vez un poco chico pero tostado en un punto justo. En definitiva es sólo un sanguche de paso para salir del apuro. Por Sanguchólogo
Sánguche de milanesa
Puntuación: 5,5
Un aperitivo para salir al paso en cualquier horario. No se destaca por nada maravilloso sino por su simpleza a base de carne molida. De todas maneras, cumple con el objetivo de ser comible. Buenos aderezos y un pan de calidad. Por Amante de la comida 53
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2 comentarios:
jajajja yo hiba 3 veces a la semana antes...nos gastabamos 130 pesos en una sentada o mas....nos llamabamos los 4 de la 24 =) q recuerdos.....la verdad el problema estimado es q llegaron en mal momento....cuando abrio el pro (mitre y av mate de luna) era algo increible...pero paso el tiempo y cambiaron las cosas....lo mismo en la 24, q es del mismo dueño..pero las milas eran muy buenas...pasa el tiempo y todo cambia, ojala la hubiese probado hace 2 años...
Nos hubiera encantado hacer la crítica dos años antes como vos decis. es cierto que hay muchos locales que empiezan bien y despues decaen. Muchas veces se debe a que se "industrializan"
Saludos!! y gracias por visitar el blog!
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