Bar Potente: Buenos sánguches en el corazón de La Ciudadela

Por El Erudito del Sangui

Solitario, en una mesa de afuera, un señor entrado en años disfruta de su cena. Lento y sin apuros mastica pequeños bocados de una milanesa al plato. Cada tanto, y con un experimentado movimiento de muñeca, corta el vino con un sutil toque de soda. A juzgar por ciertas características se trata de un vecino de La Ciudadela, que quizás disconforme con la cena de casa decidió saciar su hambre nocturna en Bar Potente.

A un costado, el vozarrón de dos hombres retumban en la galería llamando la atención de algunos comensales cercanos. Mientras, de fondo, en una pequeña parrilla, un empleado del local aviva el fuego con un cartón que agita insistentemente. Sucede que, además de sánguches, en Potente la tira de asado con papas fritas sale como pan caliente. “Acá se come de todo. Desde asao hasta sánguches”, explicó un fiel cliente. “Y cuando juega San Martín el lugar explota”, agregó este hincha fanático del santo.

La inmediata cercanía con el estadio más caliente del país permite familiarizarse con las características de este populoso e histórico barrio de la capital tucumana. A unos 100 metros del lugar, la inmensidad de la platea alta del estadio es el testigo más privilegiado de la gran convocatoria que goza este renombrado local. No existe ni un solo comensal que haya sido capaz de escabullirse de la mirada atenta de esa gran masa de cemento.


Las pintadas alusivas al santo se multiplican a cada paso. Camisetas e indumentarias rojas y blancas son moneda corriente por calle Bolívar. No importa la edad, no importa la hora, siempre hay alguien dispuesto a llevar una encima. Es que el club San Martín y La Ciudadela forman parte de un todo indisoluble. “Acá viene gente que vive lejos pero que conoce el local porque viene a la cancha”, explicó un allegado a los críticos. “Y por supuesto caen una banda de vecinos”, agregó rápidamente.

El toque barrial pinta de cuerpo entero a Potente. Además de varios ornamentos albirrojos y de un escudo que hace las veces de logotipo, sobresalen los simpáticos manteles que cubren las mesas, y más aún, las pequeñas paneras que reposan a la espera que una mano hambrienta las vacíe. "Si bien esto es un bar como su cartel lo indica, los sánguches son muy solicitados", aclaró un asiduo comensal. Sólo bastaron algunos minutos para que el mozo saliera con una bandeja cargada de sánguches y los deposite en la mesa de al lado. "¿Vés?", tiró este conocedor de potente, asintiendo con la cabeza sus dichos recientes.

La estructura permite encontrar lugar, a excepción de los días de partido, que es el único momento en que la capacidad se ve desbordada. "Lo mismo comen o toman cerveza de parado", explicó un crítico que asiste regularmente a la cancha. Sin embargo, y omitiendo los domingos, el lugar está dispuesto de tal manera que es capaz de recibir a una buena cantidad de clientes, tanto en el salón como en la galería.

En relación con lo estrictamente gastronómico, Bar Potente tiene una amplia oferta que, además de los sánguches de milanesa, lomitos, hamburguesas y milanesas de pollo, está compuesta por minutas, empanadas, tira de asado y pollo a la parrilla. Por su parte, las bebidas disponibles para acompañar el plato son variadas y para todos los gustos. Es posible pedir gaseosas de las dos líneas más importantes como también cerveza (Quilmes), vinos y fernet. 

En pocas palabras, éste tradicional local ofrece sánguches agradables al paladar, de preparación mas bien casera y de tamaño normal. Si bien no descollan, son más que apropiados para aquellos que salen de la cancha con la panza vacía o para quienes suelen frecuentar el populoso barrio. Eso sí, a excepción de las hamburguesas, que lamentablemente pertenecen a la corporación.

Sánguche de lomito

Puntuación: 7

La verdad que se trata de un sánguche difícil de describir. Si analizamos uno por uno sus componentes diriamos que tiene cosas muy buenas y otras que dejan que desear, pero aún así aprueba. La verdura y los aderezos son bastante chatos, el pan extrañamente no está tostado y sin embargo es muy bueno (tostado seguramente seria excelente) y la carne es muy rica. En lineas generales estamos hablando de un buen sánguche que con mejorar solo detalles subiria varios niveles. Para despues de la cancha es fundamental. Por Sanguchazo

Hamburguesa

Puntuación: 3

Que te sirvan una Paty en una sanguchería ya es vergonzoso. Pero esta vez Paty debería avergonzarse de lo que le hacen a su producto. El acompañamiento no ayuda a disimular ésta característica, ya que el pan es malo, el aderezo también y el picante aún peor. Por Amante de la Comida 53

Sánguche de milanesa

Puntuación: 7

Si se analizaran por separado a los componentes del sánguche cada veredicto sería bastante disímil el uno del otro. La milanesa es realmente muy buena. De buen sabor, tamaño y grosor. Por momentos hasta no parece una mila de sangui, sino mas bien una casera. Ahora si analizamos el todo, el veredicto es bueno (+). El pan y las verduras aprueban a excepción de los aderezos, que son regulares. Por El Erudito del Sangui