domingo, 3 de julio de 2011
Tato: Algo distinto en la zona sanguchera de calle Suipacha
Por El Erudito del Sangui
Tradicionalmente, la calle Suipacha al 900 se caracterizó por albergar a una de las sangucherías más emblemáticas de la provincia: Los Eléctricos. Si bien ya ha pasado bastante tiempo desde que sus puertas se cerraron, los tucumanos aún recuerdan con nostalgia los suculentos sánguches que “Pichón” preparaba con su mágica mano.
Quizás, el recuerdo que aún sobrevuela la zona, haya sido el disparador para que un buen número de sangucherías abra sus puertas en la mismísima cuadra del tan añorado local. Tato, a escaso metros, es una de ellas, y si bien no tiene relación directa con la del célebre “Pichón”, brinda a los comensales una buena y novedosa oferta, que incluye originalidades en las bebidas como en lo culinario.
El dia de la degustación Tato mostraba un clima un tanto atípico. River se jugaba la permanencia en primera división y enfrentaba a Belgrano por el partido de ida. Así, todas las miradas de los comensales estaban puestas en los modernos televisores LCD, a excepción de una pareja de amigos que seguía las circunstancias del juego a través de uno "común y corriente". El pintoresco salón, correctamente acondicionado, hacía las veces de platea San Martín del Monumental, un poco por su estratégica ubicación y otro tanto por la escasa paciencia de los "plateístas sangucheros", que lanzaban sus crítica ante cada error del conjunto millonario.
Del otro lado, cerca de la entrada, el ambiente era distinto. Una pareja con sus pequeños hijos disfrutaba diversos sánguches, totalmente ajenos al trascendental partido. A un costado, dos tórtolos se encontraban más abstraidos aún. Ni siquiera el chico, de unos veinticinco años, giraba para espiar ante algún grito de los "plateistas del salón". Su atención estaba puesta en su novia, y por supuesto, en el lomito.
Allí, el aire era distinto. Una pequeña barra con tres banquetas estaba a la espera de que algún sanguchero solitario se acerque a devorar un apretado. Y, como para tentar aún más al cliente, una colección de salsas de todo tipo sobresalía entre los servilleteros. "A mí me gusta Tato por sus salsitas. Son impresionantes", manifestó un allegado a los críticos que suele frecuentar el local. En tanto, otro comensal señaló que la mayor atracción es la hamburguesa doble, similar a las que sirven en los locales de las grandes cadenas hamburgueseras.
La mesera que acercó el pedido a la mesa, mostraba una predisposición reconfortante. "Da gusto comer, cuando te atienden rápido y bien", expresó el especialista en milangas. El producto, a simple vista, era más bien pequeño. Las verduras y el aderezo buenos. Y como para sumar, el pan era muy bueno. Las bebidas, parte fundamental en la dieta de cualquier sanguchero, era de la línea Pepsi y sólo es posible ordenar de 1,5 litros en la versión light. Algo por de más común en varias sangucherías. Pero la novedad estaba a la orden del día en la mítica calle Suipacha. Además de cervezas, sobresalían las botellas de whisky, fernet y vino.
Redondeando, Tato es un local de muy buena estructura y equipamiento, pensado para temperaturas altas como para gélidas tardes de invierno. Y, aunque no es bueno fomentar el vicio, la galería techada que un ventanal de vidrio separa del salón, es realmente atrayente para los fumadores. Y como para diferenciarse del resto, está disponible para los comensales 2.0 el servicio de WIFI.
Sánguche de lomito
Puntaje: 6,5
El sanguche es bueno, pero nada más que eso. La carne es tierna pero no muy sabrosa. El pan es bastante bueno y las verduras aprueban. Las salsitas extra sin dudas son la vedette del lugar, aceituna, ajo, zanahoria, porotitos; la verdad una buena iniciativa. Sin dudas lo más flojo es el tamaño, que según mi memoria son de los más chicos que probé. Por San Guchazo.
Hamburguesa: EN LOS PRÓXIMOS DÍAS, LA CRÍTICA Y EL PUNTAJE DE ESTE PRODUCTO. LES PEDIMOS DISCULPAS
Sánguche de milanesa
Puntaje: 7
De buen sabor. Una buena combinación entre un rico pan, verdura y aderezos sabrosos. Lástima el tamaño, que no permite saciar el hambre. No es diminuto, pero podría ser algo más extenso. Las salsitas para acompañar son un canto al paladar. Sin dudas, a quienes les agrade, encontrarán una buena combinación. Por El Erudito del Sangui
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
ya voy a ir a ver que onda!!! gracias amigos
fui y es tal cual como lo calificaron los criticos a pesar que soy mujer y a veces no termino el sandwich de fiki, este se me hizo muy corto me quede con ganas.jaja estaban buena las salsitas que te dan para acompañar. la de berenjena la recomiendo. solo podes elegir 4 salsas.
Publicar un comentario