jueves, 6 de octubre de 2011

M & M: Sánguches barriales entre Floresta y La Ciudadela



Por El erudito del sangüi

El hecho de que esté emplazada en una avenida bastante importante de San Miguel de Tucumán, no quita que su esencia sea barrial. Ubicada al 345 de la Colón, la sanguchería M & M forma parte de la populosa barriada de Floresta, aunque los escasos metros que la separan de La Ciudadela le brindan una identidad compartida, transformándola en un exponente de ambos barrios.

La avenida lleva un centenar de autos. Desde la vereda, y bajo la templada sombra de un árbol, se observa el incesante ir y venir de vehículos. Minutos más tarde, y mientras el mediodía va quedando atrás, la avenida va ganando tranquilidad hasta recuperar la quietud de la siesta. Son las 2 de la tarde y el sol pega con más fuerza que un par de semanas atrás.

La mayoría de las mesas están ocupadas por laburantes de la zona, que aprovechando el sagrado horario del almuerzo, abandonan sus lugares de trabajo para disfrutar de un sánguche de milanesa o lomito. “He venido en más de una ocasión a comer con algún empleado y siempre se observan trabajadores”, explicó el crítico en hamburguesas.


Mientras el cocinero prepara el pedido, las nostálgicas melodías de un sinfín de cumbias del siglo pasado amenizan la espera. “Esta cumbia es la que vale”, sentenció uno de los expertos, mientras tomaba un vaso de Pepsi, la línea que M & M ofrece a los comensales.

La oferta se corresponde con las características del lugar. Lejos de los lomitos de cerdos o de los asaditos árabes, la carta brinda los sánguches tradicionales: milanesa, lomito, hamburguesa y ternera, con la opción de los agregados de queso, jamón y huevo. “Hay quienes critican a las sangucherías que no tienen una surtida oferta de sánguches. Para mí, en cambio, lo más importante es que preparen bien a los tradicionales”, aseveró el encargado de analizar a las milanesas.

Como en toda sanguchería barrial, la incertidumbre por el producto genera cierta ansiedad en los especialistas. “Al estar fuera del mercado que provee la materia prima en serie, siempre hay sorpresas en los sánguches de éste estilo de comercios”, explicó el Erudito del sangüi. Minutos después, y luego de probar la milanga, se sorprendió por la buena calidad del pan. “Es excelente”, dijo sin vacilar, el crítico de lomitos asintiendo con la cabeza los dichos de su compañero de degustación.

En M & M el lugar no es espacioso, no hay televisores LCD, ni mucho menos aire acondicionado. Y, si la lluvia se hace presente, el único lugar para resguardarse es el salón. De todas maneras, el sánguche que sus dueños ofrecen a la comunidad vale la pena probarlos. Como sanguchería de paso, el lugar es más que recomendable.

Sánguche de lomito
Puntuación: 7
Este sánguche es de lo mejor que me tocó probar, hasta ahora, dentro del rubro "sanguches barriales". Un pan casi perfecto y la carne de altísima calidad son suficientes para el buen puntaje. La verdura es buena pero puede mejorar y los aderezos por momentos parecían demasiado cortados; sin embargo esto ni cerca está de opacar el buen nivel de los dos componentes principales. Por San Guchazo

Hamburguesa
Puntuación: 5
Buena carne y sabrosa. La cantidad era justa (quizás demasiado justa), tamaño aceptable, aderezos regulares y un buen queso. El punto flojo fue la falta de un mínimo tostado en el pan. Por Amante de la comida 53

Sánguche de milanesa
Puntuación 7,5
De buen sabor y, principalmente, único. Al estar encasillada dentro de la categoría “barrial” hace que el gusto sea irrepetible, aunque, no por eso, excelente. El pan es de altísimo nivel y la milanesa devuelve un sabor condimentado bastante agradable. Los aderezos son los puntos flacos de éste sánguche. Por el erudito del sangüi

1 comentarios:

igloo cooking dijo...

interesante blog!
Me quedo a seguirte!
¡Feliz miercoles aquí de fiesta!
Un beso grande,
Nieves.
http://igloocooking.blogspot.com

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