Wadu Wadu: Sánguches y rock and roll (Cerró)

Por El erudito del sangüi

La novedad del local de avenida Ejército del Norte y Don Bosco viene por el lado de la segmentación. En Wadu Wadu, la mirada está puesta en aquellos que, además de profesar el culto sanguchero, gustan de hacerlo con la melodía de un rock nacional de fondo. Por eso, al entrar al local, el cliente se encuentra con una variedad de cuadros de artistas de éste género musical como así también con unos modernos televisores que reproducen videos del palo.

Bajo el slogan de “rock y milanga”, Wadu Wadu busca acaparar la atención de los tucumanos afines al rock de nuestros pagos. Pero sus características no se agotan allí, puesto que una gran variedad de sánguches invita, por lo menos, a probar de qué se trata. “Mirá, cuando me entero que una sanguchería abre, trato de probar el producto, mas allá de la pinta del lugar o de la ubicación”, explica el erudito del sangüi mientras espera que su milanesa esté lista.

La oferta gastronómica se destaca por ser abundante, tal como puede verse a simple vista en la pizarra de precios. “Pese a que tiene mucha variedad de sanguis, también están las tradicionales pizzas”, manifestó un crítico mientras elegía qué comer. Es cierto, además de los tradicionales apretados, la cocina de Wadu Wadu ofrece lomitos de pollo y cerdo, ternera, mexicanos y napolitanos. Y para estar acorde con la abultada variedad de sánguches, la bebida incluye gaseosas (de todos los tamaños), cervezas y aguas saborizadas. “A mí que me gusta comer con cerveza, me gusta que haya para elegir”, sentenció un muchacho en referencia a la Quilmes, Iguana y Stella Artois que esperan en la heladera para ser tomadas.

La estructura de lugar es mediana aunque brinda cierta comodidad. El mobiliario es bueno y la vajilla también. El punto flojo es la ausencia de un techo que permita optar por la vereda a quienes deseen fumar un cigarrillo o simplemente disfrutar del aire.

Ya en el plano culinario, los sánguches no se corresponden con la pintoresca presentacion del local. Si bien rondan los seis puntos, hay varios aspectos flojos. Los apretados no logran diferenciarse de los que se ven en las sangucherías industriales, aunque, sin embargo, no pertenezcan al rubro industrial. De todas maneras, la variedad de sánguches invitan a llegarse al lugar a probarlos, en especial, el lomito de cerdo y los mexicanos, productos no muy comunes en la mayoría de sangucherías. Y como extra, entre los agregados se destaca el queso cheddar. Nunca visto en ninguna de nuestras incursiones.

Sánguche de lomito
Puntuación: 5,5

Si bien el sabor de la carne es aceptable, el grosor incide en que la puntuación no sea elevada. El pan es bueno y la verdura (elemento accesorio del sánguche) también, pero lo fundamental deja mucho que desear. A quienes les guste el picante, se encontrarán con uno bueno, cosa que no es poco teniendo en cuenta que escasea dentro del circuito. Por El erudito del sangüi

Hamburguesa
Puntuación: 4

Otra vez Paty es la marca elegida para éste sánguche, encima es finita. El pan si se destaca, pero nada más. Es sólo 4 puntos por el queso cheddar (muy poco común) y por la panceta, en caso de que se ordene la versión especial. Por Amante de la comida 53

Sánguche de milanesa
Puntuación: 6

Si bien el pan y las verduras son buenas, el grosor de la milanesa deja bastante que desear. Los aderezos deambulan por los 5 puntos y el tamaño encaja dentro de lo normal. Estamos frente a un sánguche que alcanza, arañando, el aprobado. Eso sí, hay que darle crédito porque se trata de una sanguchería nueva. Por El eruidto del sangüi