miércoles, 18 de abril de 2012

Willy Wonka y la fábrica de sánguches (Cerró)


Por El erudito del sangüi

En este local del oeste de San Miguel de Tucumán no es posible encontrar chocolates con boletos de oro; la arquitectura, para nada excéntrica, se encuadra dentro de los parámetros normales, y los empleados lejos de ser oompas loompas, son personas comunes y corrientes. Sin embargo, por razones que desconocemos, el nombre con el que salió al ruedo al circuito sanguchero provincial responde al estrambótico personaje del film Charlie y la fábrica de chocolate.

Allí, en la avenida Belgrano al 3000, Willy Wonka ofrece una carta compuesta por sángcuhes de diversos tipos. Además de los tradicionales de milanesa, lomito y hamburguesa es posible ordenar panchitos, mexicanos y combinaciones tales como ternera y queso, jamón crudo y queso o jamón cocido y queso. Todos ellos en pan sanguchero o árabe, y disponibles en la versión súper (Willy Wonka) que incluye los agregados de jamón, queso, huevo y una porción de papas fritas.


Para acompañar a los apretados, el lugar ofrece papas fritas comunes, gratinadas, a la provenzal o las especiales de la casa. Y fuera de lo sanguchero, la carta incluye una buena variedad de pizzas y picadas. La bebida (línea Pepsi), se corresponde con la nutrida oferta gastronómica y, a diferencia de muchos locales del rubro, existen varias opciones entre las cuales elegir. Además de Pepsi, Mirinda manzana y naranja, el listado incluye agua con y sin gas, saborizada y cervezas Norte, Quilmes y Stella Artois. Y para redondear una completa carta de bebidas, los envases arrancan desde 500 cc, pasando por el de 1,25 hasta llegar al de 1,5 litro.

Por su parte, las instalaciones se ubican cómodamente por arriba de la media. Una galería techada de medianas dimensiones es el paso previo al espacioso salón, donde más de una decena de mesas albergan a los clientes que prefieren degustar un sánguche y mirar televisión. Además de una extensa barra, la sala está compuesta por dos potentes splits que aseguran una buena temperatura en las épocas tórridas que azotan nuestra provincia.

En Willy Wonka se encontrarán con un local muy bien puesto, con una carta tentadora pero con sánguches (los tradicionales) que, al menos para estos críticos, no se corresponden con toda la parafernalia del lugar. Es cuestión, claro está, de que cada uno pruebe y vea.

Sánguche de lomito
Puntuación: 6 (en pan árabe 6,5)

Un lomito común y corriente que alcanza para aprobar y nada más. El pan con demasiada miga y el muy flojo tomate son los puntos más bajos (la lechuga no es la gran cosa tampoco). La carne es una más del montón, rica pero finita. La versión en pan árabe aumenta el puntaje por el grato cambio que significa este tipo de pan en comparación con el sanguchero. Por San Guchazo

Hamburguesa
Puntuación: 5

El hecho de que sea Paty grande, hace que sume un punto más de lo acostumbrado. El pan es bueno, los aderezos normales y los agregados aceptables. ¿Lo distinto? El picante, hecho en casa como tiene que ser, es una mezcla de especias que le dan un gusto particular. A veces picaba, otras era dulzón. Para analizar y descifrar que hay más allá del cayena y el curry. Por Amante de la comida 53


Sánguche de milanesa
Puntuación: 5

Caso particular el de este sánguche. A diferencia de lo que suele acostumbrarse en varios locales, la cantidad y grosor de la carne son más que buenos. El punto flojo es el sabor de la mila, que fruto de una condimentación invasiva y un tanto excesiva, se ubica dentro de lo regular. El tamaño es lo más destacado del producto, no así las verduras y el pan. Por El erudito del sangüi

1 comentarios:

citric_reconquista dijo...

un lugar espectacular para comer muy recomendable!!!!

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