El Americano: Lindo lugar, no tan lindos sánguches

Por El Erudito del Sangui

Banda del Río Salí. A juzgar por el logo del local, El Americano se trata de un lugar con cierta trayectoria en la Banda. Apostado en la intersección del pasaje Celestino Gelsi y avenida San Martín, este local de mediados de los 80´ ofrece, además de sánguches, minutas y pizzas. “Si bien no se trata de una típica sanguchería, los apretados son muy solicitados”, asegura un crítico observador mientras contempla el movimiento de los mozos.

Pese al fresco otoñal nocturno, el amplio patio abierto invita a sentarse en una de sus mesas. Los tupidos follajes de los árboles de alrededor tornan ameno el ambiente. “Es muy agradable esta parte del local; hay mucho verde”, explica el especialista suplente en clara referencia a la plaza colindante y a los diversos ejemplares del jardín. “Además se puede fumar”, agrega un tanto en broma.

El movimiento es escaso. Por la importante avenida que lleva el nombre del gran prócer argentino circulan apenas unos cuantos vehículos. Cada tanto, el ruido de algún camión despierta la atención de los comensales. Adentro, resguardos de la baja temperatura, un puñado de clientes disfrutan de distintos tipos de sánguches entre tragos de cerveza. Afuera, bajo la atenta mirada de un santo de la iglesia San Francisco Solano, una pareja reparte el tiempo entre mordiscos de lomito y charlas. 

La estructura es buena, el salón alberga casi una decena de mesas y la pequeña galería techada unas cuantas más. Afuera, un par de juegos infantiles tientan a los más pequeños y, por supuesto, a los padres, que ven en ellos la posibilidad de comer un tanto más tranquilos. “Muchas veces, cuando salgo a comer con mis hijos busco que haya juegos”, advierte entre risas un invitado especial de los expertos, mientras analiza minuciosamente su lomito.

En el plano gastronómico, el nivel de los sánguches alcanza, a duras penas, el visto bueno de los críticos. El tamaño no responde a las expectativas y los aderezos y el pan tampoco. La verdura, en cambio, es buena pero nada del otro mundo. “Analizando minuciosamente cada componente, los resultados no son satisfactorios. En general, el producto alcanza para un seis. Nada más”, explica el encargado de catar las milangas. En cambio, el lomito y la hamburguesa no lograr llegar a la nota mínima para aprobar. “Se deja comer. Si mejorara la calidad de los aderezos y el pan, la puntuación subiría algún punto”, describe el responsable de criticar los lomitos.

Por su parte, el degustador de hamburguesas advierte la presencia, una vez más, de un producto industrial. “La nota es acorde a las características de la hamburguesa. Es muy difícil que algo producido en serie obtenga altas calificaciones”, subraya Amante de la Comida 53. 

Respecto a las bebidas, El Americano trabaja con la línea Coca, y la botella más grande que se puede ordenar es la de litro, a excepción de la versión light, que viene en envase de 1,5 litros. La cerveza, bebida fundamental para algunos asiduos sangucheros, es de la cervecería Quilmes, lo que implica que también está disponible la tucumana Norte. En síntesis, este local bandeño ofrece cierta comodidad y confort pero no muy buenos sánguches.

Sánguche de lomito

Puntuación: 5

Nada por aquí, nada por alla diría un mago; esto define a la perfección el sánguche de El americano. Quizas la versión super, con jamón, queso y huevo aportaría algo pero muy poco. Un típico sanguche para salir de apuro o comer al paso. Por San Guchazo

Hamburguesa

Puntuación: 4,5

La #1 es paty , la #2 swift...mismo resultado. Las coorporaciones matan lo casero. Lo único destacado es el sabroso queso del agrego. Picante??? repito una vez más: ají molido empapado en vinagre...NO ES PICANTE. Por Amante de la Comida 53

Sánguche de milanesa

Puntuación: 6

Estoy convencido que los aderezos, el pan y el tamaño son los responsables que el apretado no tenga mayor puntuación. Es importante tener en cuenta que el acompañamiento es tan importante como la milanesa misma. Un sánguche feo puede mejorar gracias a los demás componentes y una buena carne puede verse disminuida por un acompañamiento pobre. Este es el caso de la milanga de El Americano, que si bien era algo sabrosa, no bastaba para disimular algunos defectos. Por El Erudito del Sangui