Por El erudito del sangüi
Para quienes tienen a cuestas más de treinta primaveras y aún se mantienen fieles al ritual sanguchero, las opciones para deleitarse con un rico sánguche de milanesa se cuentan, siendo generoso, con los cinco dedos de una mano. La esencia que perdura en el recuerdo de aquellos varía considerablemente en relación a la que se percibe en las decenas de locales que abrieron sus puertas desde el año 2000 a esta parte.
Puestas en marcha con el respaldo de una buena suma de dinero, las sangucherías de tipo industrial han florecido a lo largo de la provincia seducidas por el fenómeno gastronómico que representa para el tucumano promedio una milanesa en medio de dos panes. No es algo que merezca reprobación alguna, al contrario. Sin embargo, es justo aclarar, y más precisamente diferenciarlas de los locales tradicionales que aún se mantienen vigentes dentro del circuito sanguchero provincial.
Junto a muchas otras más, La Papelera es un claro ejemplo de ésta emergente categoría dentro del rubro sanguchero. Ubicada en la intersección de avenida Mate de Luna y Carlos Pellegrini, se destaca de entrada por la muy buena ubicación y el amplio estacionamiento, característica poco habitual en el rubro. Las instalaciones están preparadas para recibir a una buena cantidad de personas, y el enorme predio en donde está emplazada permite brindar a los comensales una buena porción de mesas al aire libre.
Estructurada en torno a una extensa galería en L, la disponibilidad de mesas está casi asegurada. En una punta, recostado sobre una mesa a media altura, un diminuto televisor despide ruidos que no logran corresponderse con las imágenes debido a las escasas pulgadas del aparato. A un costado, a cortos metros del televisor, el andar de los cocineros es incesante. A base de movimientos automatizados preparan con buen ritmo una amplia variedad de sánguches. Además de los tradicionales de milanesa, lomito y hamburguesa, en La Papelera se ofrece al público sánguches de milanesa y lomito de pollo, asadito árabe y kipe.
La posibilidad de ordenar gaseosas tanto de la línea Pepsi como de Coca-Cola es un detalle digno de resaltar, como así también la opción de 1,5 litros (sólo en la línea Pepsi). En cuanto a las bebidas con alcohol, la cerveza es la única variedad, aunque según el gusto popular, es la única necesaria para acompañar un buen apretado. Las marcas disponibles son: Norte, Quilmes (está la versión Stout) y Stella Artois. Quienes quieran papas fritas podrán encargar porciones de la firma Farm Frites, como era de esperarse.
Los sánguches cumplen. Si bien es difícil encontrar un rasgo propio e irrepetible, devuelven un agradable sabor, en especial, la hamburguesa. El pan y la mostaza son el tendón de Aquiles del lugar y los causantes de que la puntuación no sea más generosa. Al estar ubicada en un lugar estratégico y de fácil llegada, sugerimos que se den una vueltita por La Papelera, otra sanguchería que se suma al circuito provincial para seguir reivindicando al sánguche.
Sánguche de lomito
Puntuación: 6
Se trata de un sánguche algo extraño, ya que en líneas generales es bueno pero si analizamos uno por uno los elementos hay cosas que quedan en el debe. El pan es más bien de medio pelo al igual que las verduras (demasiado insípidas); mientras que los aderezos aprueban pero no descollan. Sin dudas lo que le da el buen puntaje al producto es la carne, de un excelente nivel: tierna, sabrosa y en su punto justo. Si cambiamos el pan y mejoramos las verduras podríamos tener un sánguche muy pero muy bueno. Por San Guchazo
Hamburguesa
Puntuación: 6,5
Buena hamburguesa de producción. Generosa cantidad e igual tamaño, sabrosa, bien condimentada, y con una cocción justa en un pan acorde. La mayonesa de las buenas, la mostaza estaba cortada a tal punto que era casi insípida. Quiero aclarar algo para los comedores de hamburguesas: en esta sanguchería tenemos la versión gigante del producto, que a pesar de que la materia prima es exactamente la misma, el resultado no es el mismo. El pan gigante no calza justo con la hamburguesa gigante. Al ser mayor la cantidad de carne y tamaño muy superior la cocción no es la misma, cambia y no para bien. Yo recomiendo pedir dos hamburguesas tradicionales en vez de una gigante ya que el precio es básicamente el mismo. Por Amante de la Comida 53
Sánguche de milanesa
Puntuación: 6,5
Estamos frente a un buen producto. No es nada del otro mundo, sin embargo, dada la corta vida de ésta sanguchería, las esperanzas de una mejora son más que factibles (siempre y cuando exista la voluntad). Las verduras no cumplen bien con la función complementadora y el pan deja bastante que desear. La carne, buena y algo sabrosa es de lo mejor del apretado. La mayonesa bien y los agregados también. Por El erudito del sangüi
3 comentarios:
yo no voy mas a esa sangucheria del toor
pura vena nomas era la milanga y el pan una basura. aguante H
A mi me paso lo mismo la otra vez que fui... Pude comer solo la mitad del sanguche de milanesa que pedi. La otra era pura vena y no se podia ni masticar... La verdad que lo demas sanguches no los probe y creo que ya no volveria para probarlos...
Mucho puntaje! si bien cuando fui yo, no era una carne venosa, sino que era un sanguche chico para pagar un precio alto.
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