jueves, 31 de mayo de 2012

San-guchito: Un local de barrio para toda la ciudad



Por El erudito del sangüi

Encontrar una sanguchería en San Miguel de Tucumán es tan fácil como toparse con un local de comidas rápidas en Buenos Aires. La calle menos pensada del barrio más retirado es un lugar potencialmente apto para albergar a las milanesas más sabrosas de la ciudad. “El lugar donde comí uno de los mejores sánguches en mi vida fue en las afuera del centro. El problema es que no me acuerdo bien el lugar”, recordó con mucho esfuerzo un allegado a los críticos que disfruta mucho del trago.

Yendo por la Santiago hacia el oeste, a un par de cuadras de la avenida Américas, una estructura sobria pero bastante iluminada resalta sobre el sombrío caserío de la cuadra. “Todos los días vuelvo del centro por esta calle y, realmente, el local no me llamaba la atención”, explicó un comensal que vive en Yerba Buena y que usa esa arteria para evitar el tránsito de la Mate de Luna.

Bajo un reluciente techo de chapa que es sostenido por cuatro postes de hierro, un puñado de mesas cobija a una media docena de comensales. A un costado, recostados sobre la extensa barra, otro grupo de clientes observa el arte milanesero en primera persona mientras aguardan sus pedidos para llevarlos a casa. “Los sánguches de barrio son los más ricos”, lanzó, simple y conciso, un invitado que tuvo el privilegio de conocer algunas sangucherías no tradicionales gracias a las invitaciones de los críticos.

En El Sanguchito, el tamaño de los sánguches no se corresponde con el nombre del local. Por el contrario, los apretados son más grandes que la gran mayoría. En cuanto a los componentes es destacable la paridad de nivel que existe. “El pan, las verduras, los aderezos y el ají son buenos y eso es algo que no se ve muy seguido”, afirmó el crítico especializado en lomitos.

Con la bebida sucede algo simpático. A un costado de la sanguchería, un almacén que guarda relación directa con el local sanguchero, es quien provee las bebidas. Por esa razón, se puede ordenar gaseosas en diferentes envases y sabores. El Sanguchito es otra sanguchería que, seguramente, no le entrará por lo visual. Al fin y al cabo, lo que importa es lo que las papilas gustativas indiquen.


Sánguche de lomito
Puntuación: 7,5
Seguramente es una de las más gratas sorpresas en el año denro del rubro sangucherias; siempre que pasaba por la Santiago 3300 nunca me llamó la atención este lugar, sin embargo tuve la suerte de descubrirlo cuando hicimos la crítica. Los componentes del sánguche son todos de parecido nivel: buen pan, verduras frescas, buenos aderezos y rica carne (sumado a que la versión normal viene con jamón y queso). Si bien todos los componentes son buenos aún le faltan algunos detalles como un mejor tostado del pan, por ejemplo. Un punto muy importante es que es de un excelente tamaño y sin perder la calidad. De lo mejor que probé este año. Por San Guchazo

Hamburguesa
Puntuación: 8
Pan con la medida y consistencia justa, aderezos buenos, picante sobresaliente (el fuerte y el suave).Carne justa en cantidad, calidad y sabor artesanal, si bien es notable que no es de la casa se nota el uso de la manufactura humana y no industrial. Muy buen tamaño, llenadora como pocas y muy recomendable. El punto flojo son los agregados que por más que no vayan en el costo podrían ser más abundantes y sabrosos. Por Amante de la comida 53

Sánguche de milanesa
Puntuación: 7,5

En El Sánguchito me encontré con una mila de muy buen tamaño y de componentes acordes. Desde la verdura, pasando por el aderezo hasta llegar al ají. En cuanto a la milanesa en sí, puedo decir con beneplácito que el sabor me despertó una agradable sensación. Si bien podría tener mayor grosor no es escasa para el buen tamaño del pan. Condimentada, con ciertas reminiscencias a sangucherías históricas, aunque nada tenga que ver con ellas. Por El erudito del sangüi

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno ya va a haber que ir a probar...

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